Después de muchos intentos infructurosos de conquista por parte de los romanos, en el 134 a.C. Escipion inicia el cerco a la ciudad de Numancia tras una victoriosa campaña por la meseta, construyendo una barrera con foso de más de 9kms y 4 metros de grosor vigilada por torres cada 10 a 24 metros, uniendo los campamentos situados en El Castillejo, Travesadas, Valdeborrón, Peña Redonda, La Rasa, Dehesilla y Alto Real. El cerco quedaba cerrado con la incorporación de castillos en los ríos, el de la Vega, el de Saledilla y el del Molino de Garrejo, que impedían el acceso por embarcaciones.
Faltos de ayuda exterior y sin posibilidad de resistencia, Numancia tuvo que rendirse tras más de nueve meses de asedio y en el 133 a.C. era tomada definitivamente por Escipión, convirtiendo a Numancia en un mito.
Con esta introducción no nos podíamos resistir a una visita a sus restos arqueológicos.
La encontramos en el municipio de Garray a 7 Km de Soria abriendo de 10 a 14h y de 16 a 18h en inverno y 2 horas más por la tarde en verano. El precio de entrada es de 0.60€ los adultos y permite realizar una visita por tu cuenta a todo el recinto. Si se desea una visita guiada de unos 60 minutos de duración podemos hacerlo por 4€ cada adulto a las 10:30h, a las 12:30h y a las 16:30h. Lo cual recomendamos por lo interesante y ameno de las explicaciones que no solo tratan descripciones del estado actual si no que incluyen interpretaciones históricas y del día a día de las vidas de sus antiguos habitantes.
Plano de la visita:
0.- Entrada y Muralla Puerta Norte
1.- Molinos de mano y Cerco de Escipión
2.- Baños romanos
3.- Edificio público romano
4.- Aljibe circular
5.- Aljibe con escaleras
6.- Casa romana
7.- Casa celtibérica
8.- Muralla celtibérica parte Sur
9.- Superposición de calles
10.- Casa de las columnas
El guía y las explicaciones ha conseguido el objetivo: nos han mostrado los restos arqueológicos, nos han dado una idea de como vivían los celtíberos y como sucumbieron a los romanos a la vez que han animado el gusto por la historia de grandes y pequeños.
Si no fuera por el viento frío del Norte que baja la temperatura de sensación hasta bajo cero la visita se hubiera hecho corta.
Volvemos a casa con una imagen de los celtíberos defendiéndose de los romanos en la cabeza no sin antes realizar una incursión en la pequeña tienda de recuerdos para que algunos miembros de mi clan se compren abalorios con el curioso símbolo celtíbero del Trisquel.
Un buen símbolo del sol que hoy hemos necesitado más que nunca.
.