miércoles, 27 de marzo de 2013

Pinturas rupestres y paisaje alrededor de Albarracín

Una buena forma de aprovechar el viaje a Albarracín es visitar alguno de los abrigos con pinturas rupestres de la zona y ver algunas de los múltiples lugares con encanto que pueblan la zona.

A unos 8 kilómetros del pueblo en la zona de Pinares de Ródeno se pueden encontrar abrigos prehistóricos con pinturas rupestres de diversos estilos pertenecientes al arte rupestre levantino declarado Patrimonio de la Humanidad en 1998. Solo esto ya constituye una motivación para mis hijas que llevan una lista con los sitios del Patrimonio de Humanidad de España y los van tachando a medida que los vamos viendo.

En este caso unos abrigos accesibles después de un breve paseo entre pinos y formaciones rocosas son los del Navazo. Dispone de una gran área de aparcamiento y de picnic con claras indicaciones para llegar a los diferentes abrigos con las pinturas.



Nosotros hemos visto 3 abrigos: el de los Toros del Prado del Navazo, el de los Cazadores del Navazo y el de Lázaro ubicados en diferentes caras de la misma montaña.

 


Después de un par de horas bajo una fina lluvia habiendo recorrido diversos caminos y subido algunas pendientes como cabras nos dirigimos hacia otra de las recomendaciones de la zona: la Cascada de Calomarde.

En la carretera de Albarracín a Calomarde, y casi llegando a este último, a unos 15 minutos de coche encontramos una paraje natural de gran belleza. Es una cascada de unos 15 metros que con la cantidad de agua que ha caído este inicio de año presenta una fuerza única.

Existe un área de aparcamiento en el lado del río que da acceso inmediato a las escaleras de acceso indicadas como Molino.



Impactan los cañones de agua entre la piedra con los que se va cruzando la escalera de bajada y el puente que sitúa a los visitantes en medio de la cascada por encima del curso de agua. Lugar de fotografía obligada para todos los miembros de la familia.





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